Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con deslumbrante maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un tapiz https://nelluvdr661996.blogzet.com/la-última-jugada-de-zidane-su-cabezazo-histórico-53303127