Al aceptar los desafíos terrenales recordamos que nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos, como menciona «Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y ansiamos con muchas ganas verlo regresar como nuestro Salvador» La promesa de la vida eterna nos da esperanza y paz en https://tarotista-gratis75173.idblogmaker.com/31693802/fe-y-paz-interior-can-be-fun-for-anyone